¿Qué es el Neuromarketing y cuáles son sus tipos?



¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas personas prefieren comprar un producto por sobre otro? ¿o cuál es el impacto que tienen los anuncios en el cerebro de los consumidores? La menta humana siempre ha sido sujeto de investigación y, en el caso del marketing, siempre ha sido un misterio las motivaciones detrás de las decisiones de compra de los consumidores. Por lo mismo, y para facilitar las comunicaciones entre marcas y clientes, es que nace el concepto de neuromarketing.


Este concepto fue acuñado por primera vez en 2002 gracias a Ale Smidts, Premio Nobel de Economía, y se basa en la neurociencia y psicología con el propósito principal de “optimizar la conversión de los productos o servicios gracias a un mayor conocimiento del comportamiento del usuario en el proceso de compra”. En ese sentido, se basa en conocer las reacciones y respuestas de los consumidores frente a estímulos provocados por la publicidad, encontrando patrones que, a grandes rasgos, permitieran a las marcas descubrir cómo mejorar las estrategias de marketing a través de estos mecanismos cerebrales de la mente.


Dentro del neuromarketing se establecen tres tipos diferentes, que se suelen categorizar según los cinco sentidos. A continuación, te explicamos cada uno de ellos.


Neuromarketing auditivo: Este se basa en lo que percibe el sentido de la audición, es decir, todo aquello que escuchamos como sonidos ya sea ruidos, música, ritmos, entre otros. En ese sentido, cada uno reacciona de manera distinta a ciertos sonidos por lo que esta técnica lo que busca es que el consumidor centre su atención en algo que está escuchando, con el propósito de atraer y convencer. Por ejemplo, la música que se utiliza en supermercados o centros comerciales puede influir en la decisión de compra.


Neuromarketing visual: Este se basa en lo que percibimos con los ojos. Este es uno de los más comunes ya que casi todo el esfuerzo de la publicidad o el marketing se centra en lo visual, esto porque los consumidores sienten más confianza en lo que ven. Por ejemplo, una persona encuentra algo mucho más interesante si lee la palabra “oferta” o “rebaja”.


Neuromarketing kinestésico: Este está centrado en los estímulos sensoriales del gusto, olfato y tacto. Lo que se busca es atraer a clientes comprendiendo cómo funcionan los mecanismos de influencia kinestésica. Por ejemplo, la memoria olfativa es bastante importante y, por lo mismo, utilizar un aroma en específico podría tener un impacto que atraiga a los consumidores.