Es cada vez más común ver como se está desmonopolizando la transmisión de información, que hasta hace pocos años era exclusivo de críticos, letrados y periodistas. Sin duda esta nueva corriente se viene dando ya hace varios años en países desarrollados, donde los medios cambiaron de aire y se renovaron junto con las nuevas tecnologías. En Chile, con la masificación y bajo costo de dichas tecnologías, junto con el comportamiento abierto del usuario Chileno frente al uso de la Internet vemos como una corriente que no da tregua al monopolio está entrando fuertemente en nuestro país.
Pasamos de una era de monólogos, en que los periodistas o las empresas monopolizaban la información, a una situación de conversación y de existencia de comunidades. Las empresas que quieran ser exitosas en esta nueva realidad tienen que observar el comportamiento de su competencia y del nuevo consumidor. Esto dejo de ser una opción, si lo que se desea es competir y posicionarse en el mercado.
Hoy a través de los llamados medios o Redes sociales, como los Blogs, Facebook o Twitter, entre otros, personas comunes están intercambiando opiniones, desde donde ayudan a crear debate, informar, crear percepciones públicas desde temas como la política, personajes públicos e incluso productos comerciales, entre tantos otros temas.
Los medios sociales están ganando una gran influencia en el consumo de diversos productos y servicios ya que el costo para acceder a dichos medios es casi nulo, lo que es atractivo especialmente para las empresas pequeñas o medianas que no cuentan con grandes recursos; por ello deben aferrarse fuertemente en ser algo agresivos en el uso de estas herramientas
Pero como interactuar en estos medios no se trata sólo de generar información que lleve a vender un producto, sino también de dar información de cómo se generó, del lugar de donde proviene, podría ser considerado de alto riesgo para algunos. Me refiero específicamente al usuario curioso, al que agradece la información pero que jamás perdonaría una mentira u omisión.
Es ahí donde las empresas deben enfrentar con una comunicación clara y efectiva cualquier duda y sea capas de demostrar que se encuentra preparado para responder a cualquier comentario negativo que se pueda producir y que pretenda mermar los intereses organizacionales afectando directamente sobre su imagen, sin olvidar que no se trata solo de trasladar las pautas de comunicación tradicional a los nuevos medios, sino de adaptarse a las nuevas reglas y la primera de ellas es ser claro y transparente.
Pasamos de una era de monólogos, en que los periodistas o las empresas monopolizaban la información, a una situación de conversación y de existencia de comunidades. Las empresas que quieran ser exitosas en esta nueva realidad tienen que observar el comportamiento de su competencia y del nuevo consumidor. Esto dejo de ser una opción, si lo que se desea es competir y posicionarse en el mercado.
Hoy a través de los llamados medios o Redes sociales, como los Blogs, Facebook o Twitter, entre otros, personas comunes están intercambiando opiniones, desde donde ayudan a crear debate, informar, crear percepciones públicas desde temas como la política, personajes públicos e incluso productos comerciales, entre tantos otros temas.
Los medios sociales están ganando una gran influencia en el consumo de diversos productos y servicios ya que el costo para acceder a dichos medios es casi nulo, lo que es atractivo especialmente para las empresas pequeñas o medianas que no cuentan con grandes recursos; por ello deben aferrarse fuertemente en ser algo agresivos en el uso de estas herramientas
Pero como interactuar en estos medios no se trata sólo de generar información que lleve a vender un producto, sino también de dar información de cómo se generó, del lugar de donde proviene, podría ser considerado de alto riesgo para algunos. Me refiero específicamente al usuario curioso, al que agradece la información pero que jamás perdonaría una mentira u omisión.
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