EL CLIENTE, EL MEJOR EMBAJADOR

El marketing de recomendación

Como expertos en Marketing sabemos que la mejor estrategia de comunicación para nuestra empresa es mantener siempre a nuestros clientes felices ya que si ellos logran tener una buena imagen de su empresa proveedora es muy seguro que hablarán bien de ella a sus pares generando un boca a boca positivo de promoción. Estar constantemente queriendo mejorar nuestros servicios y aplicando técnicas de fidelización de clientes nos a permitido, por defecto, llegar a duplicar la cantidad de clientes de un año en solo 3 meses y estamos seguros seguirá así en lo que resta del año.

Un artículo de marketing directo, el portal de publicidad y Marketing nos habla de este tema.

Para crecer como empresa, hacen falta nuevos clientes y cuanto antes mejor. Los clientes satisfechos son quienes están en mejor posición para recomendar una marca, pero ¿cuál es el más adecuado para el marketing de recomendación? Si hasta hace poco se trataba de un campo experimental y poco estructurado, en la actualidad el marketing de recomendación se encuentra en pleno desarrollo y es popularmente conocido en su forma boca-oreja, o word of mouth marketing. A la hora de desarrollar este tipo de campañas, los profesionales cuentan hoy en día con métodos organizados, desde la implementación de iniciativas a medida para el target (medio / contenido-mensaje / recompensa / diseño / coordinación) hasta la evaluación sistemática de los clientes atraídos, con el fin de poder calcular la rentabilidad de la inversión específica a la hora del control.

No todos los clientes valen

No todos los clientes de una marca son adecuados para recomendarla a amigos y familiares. Además, no todos los que pueden recomendar una marca lo hacen con éxito y las empresas sólo apoyan aquellas recomendaciones que justifiquen el despliegue de medios. Ante esto, es poco eficaz dirigirse a toda la base de clientes o a una selección más o menos casual. Tampoco escoger a los mejores clientes garantiza el éxito de una campaña de recomendaciones, pues sus amigos y familiares no tienen porque corresponderse con el target de la empresa. Para más inri, las campañas de recomendación suponen una inversión importante y que debe amortizarse lo antes posible.

Qué motiva el comportamiento de consumo

Que un cliente sea adecuado para recomendar un producto depende de características, actitudes y motivaciones personales, como la habilidad para ser líder de opinión, la tendencia a la innovación y la lealtad. Pero si no se sondea a los clientes, va a ser difícil valorarlos. Para hacerlo a un coste moderado, el CIM indica dos procedimientos: por un lado, realizar una encuesta basada en teorías del comportamiento sobre una muestra de clientes representativa. Por el otro, clasificar a los clientes de la base de datos siguiendo los datos que ya se tienen de ellos. El uso de dos procedimientos para el análisis de la base de clientes garantiza datos valiosos y bastante fiables: la encuesta proporciona datos externos válidos para conocer las actitudes y motivaciones que se encuentran tras las pautas de comportamiento de los clientes que recoge la base de datos internos de la empresa.

Toda esta información es útil para dar forma a los contenidos, diseño y recompensas de los emails y direct mailings de la campaña de recomendación. Se destacan dos conclusiones finales de este tipo de estudio: en primer lugar, las campañas de recomendación entre clientes utilizadas como instrumento central del marketing de recomendación permiten a la empresa mantener un crecimiento orgánico sostenible. Y en segundo lugar, un buen análisis de los escasos datos con los que cuentan las bases de datos internas puede generar una campaña de recomendaciones de éxito.